lunes, 3 de agosto de 2009

Colonial prepara una gestora para aparcar activos tóxicos

Su objetivo es crear y liderar una sociedad conjunta con entidades financieras para gestionar parte de su cartera de suelo junto con activos de los bancos, que podrán sacarlos del balance.

Colonial ha diseñado un proyecto para constituir una sociedad conjunta con entidades financieras con el objetivo de gestionar sus activos inmobiliarios más problemáticos.

Hasta la fecha, un buen número de bancos y cajas han constituido sus propias gestoras con los inmuebles canjeados por deuda impagada de promotoras y particulares, pero este proyecto se perfila como el primero que combina un grupo industrial y entidades financieras en una misma estructura accionarial.
El objetivo de Colonial es crear un fondo en el que todos los partícipes, empezando por la propia compañía, aporten activos inmobiliarios, permitiendo su desconsolidación de los respectivos balances y la posibilidad, muy tentadora para bancos y cajas, de evitarse engorrosas dotaciones (deben provisionar el 10% del valor del inmueble adjudicado). El fondo se compondría en una primera fase de parcelas de suelo, el segmento de negocio más castigado por la crisis, aunque se abrirá a todo tipo de activos.

Estructura
Según fuentes cercanas al proyecto, Colonial asumiría un estatus de primus inter pares en calidad de accionista “minoritario mayoritario”, además de gestor de la nueva sociedad inmobiliaria. El resto de las entidades financieras participará en el capital social del vehículo de forma proporcional a sus respectivas aportaciones.

Por el momento, se desconoce qué entidades financieras entrarán en el fondo, ya que el proyecto se encuentra en fase de concreción. Tras la salida en verano de 2008 de su ex presidente Luis Portillo, Colonial está controlada por Banco Popular (9,1%), La Caixa (5,4%) y Caixa Galicia (3,3%). El sindicato de bancos acreedores de la compañía lo lideran Goldman Sachs, Eurohypo, Royal Bank of Scotland y Calyon. Precisamente, estos cuatro bancos adquirieron en enero a Colonial el 14,3% de FCC y el 30,5% de la inmobiliaria francesa SFL a cambio de cancelaciones de deuda.

Intensa actividad
Colonial ha desplegado una intensa actividad en los últimos meses, que contrasta abiertamente con la parálisis que atenaza a una parte de sus competidoras. Asesorada por el banco de inversión Lazard, ha reducido en más de un 10% su endeudamiento en el primer trimestre del año, hasta 6.571 millones de euros, un periodo en el que consiguió entrar en beneficios. La empresa, que ultima la venta del centro comercial Príncipe Pío, la joya de la corona de su filial de centros comerciales Riofisa, ha abierto conversaciones con sus acreedores para volver a negociar el pago de la deuda. Si el proyecto que tiene ahora entre manos llega a buen puerto, Colonial podrá sacar de su balance activos ajenos a su core business histórico: patrimonio en renta en las principales arterias de Madrid, Barcelona y París.

Hay que recordar que Colonial era una patrimonialista inmaculada hasta que, en 2006, Luis Portillo la fusionó con Inmocaral, una promotora químicamente pura. La combinación de ambas resultó ser una máquina de hacer dinero en la última fase del boom inmobiliario, pero la cartera de suelo y la promoción residencial son ahora un pesado lastre del que los nuevos gestores, comandados por Juan José Brugera, se quieren deshacer. La reserva de suelo del grupo asciende a 1,7 millones de metros cuadrados.

Un nuevo sector
Según datos publicados recientemente por el Banco de España, la banca contaba en marzo con activos inmobiliarios por importe de 20.443 millones de euros. De esta cantidad, 15.039 millones de euros (el 73,5% del total) está en manos de las cajas de ahorros. En los últimos meses, las entidades han diseñado sus propias inmobiliarias para gestionar todo este patrimonio, que en el caso de La Caixa o Popular, por citar el nombre de las dos entidades accionistas de Colonial, ascendía a 550 millones y 1.941 millones de euros, respectivamente. Aliseda (Popular) y Servihabitat (La Caixa) forman parte de un nuevo perfil de inmobiliarias en el que encajan también Altamira Real Estate (Santander) y Anida (BBVA).

Externalización
Objetivo: Colonial quiere crear con varias entidades financieras una sociedad conjunta para gestionar activos inmobiliarios.

Ventajas: El proyecto está en fase de negociación con los posibles socios. Los bancos que aporten activos a la sociedad no se verán obligados a consolidarlos en el balance.

Segregación. Con esta nueva firma, Colonial podría segregar los activos ajenos de su negocio principal: el patrimonio en renta en las principales calles de Madrid, Barcelona y París.

Carácter inédito: Los bancos acumulan activos inmobiliarios por valor de más de 20.000 millones de euros. Todos ellos han creado gestoras de inmuebles, pero este proyecto será el primero que combine una inmobiliaria y entidades financieras en el mismo accionariado.

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