así que habrá que ver si de verdad han conseguido que inversores 'extranjeros' tengan en mente la entrada en Colonial. Este año han salido dando charlas por toda Europa, ¿algún grupo inversor Alemán? Pues todo muy oscuro en la entrevista, pero parece apuntar a nuevos inversores. Desde luego la cotización de COL otra vez para abajo pero eso es otra historia. Y desde luego, la empresa también podría decir quién y por qué presta sus acciones (que me extraña que no se sepa).
Ahí va la entrevista:
Se respira tranquilidad en la sede de Colonial. La misma que transmite su consejero delegado, Pere Viñolas. Pese a que los índices macros no acompañan y hay rumores cada vez más fuertes de que el grupo necesita ampliar capital, la realidad es otra: "No tenemos compromisos financieros ni planes de refinanciación en el corto plazo ni voluntad de vender activos, sobre todo tal y como está el mercado", dice rotundo el responsable de sanear las cuentas de uno de los grupos inmobiliarios que más titulares ha dado a la prensa.
P No hay necesidad, pero lo cierto es que ustedes han dejado abierta la puerta a la refinanciación tras la comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de que "dada la actual situación de crisis en los sectores financieros e inmobiliarios, es posible que no pudiera obtener los flujos de caja necesarios para atender los pagos de pasivo"
R En el documento explicativo ponemos los factores de riesgo desde la óptica más prudente, pero se interpretó lo que no era.
P ¿Y qué era? ¿Podemos decir que han hecho los deberes?
R A la pregunta de ¿y usted, cuando venza la deuda en 2014, ya tiene pensado cómo financiar la compañía? La respuesta para ese plazo es no, pero no hay que confundir con la necesidad de refinanciación en el corto. Y ahora no lo necesitamos.
P Pero hace dos años sí que optaron por buscar dinero y hoy, gracias a esa gestión, la viabilidad de Colonial parece que está asegurada.
R Aspiramos a reforzar los recursos propios de la compañía y una posibilidad es ampliar capital, pero cuando las circunstancias lo permitan. Hace dos años, los mercados esperaban a Colonial, hoy Colonial espera a los mercados. Necesitamos que sean una fuente de financiación para la compañía y hoy no lo son.
P Usted aterrizó en la empresa en 2008 en un escenario muy poco deseable para cualquier directivo.
R Sí, los cambios han sido muchos y muy llamativos. Teníamos que refinanciar la compañía y se consiguió en condiciones excelentes.
P Además de hacer una apuesta clara por el negocio patrimonialista, ¿podemos decir que Colonial ha vuelto a sus orígenes?
R Sí, pusimos en marcha lo que hoy se llama banco bueno y banco malo. Con modestia, somos el único caso práctico y relevante que se ha hecho con éxito en España. Hoy nuestras cuentas están saneadas y Colonial es una plataforma preparada para el futuro. Pero hay más. En ningún momento hemos dejado de hacer la gestión inmobiliaria de nuestros activos. Un trabajo gris, más ordinario, menos visible, pero que es la pata más importante.
P A la espera de que se presenten las cuentas de 2011, ¿nos puede hacer un adelanto de cómo van ser esos resultados?
R Colonial está librando con éxito una batalla importante para que los ingresos de la compañía no se resientan por la situación del entorno. Hemos hecho grandes cosas y el año pasado firmamos contratos de alquiler por un importe superior a los 120.000 metros cuadrados. Nada menos que una tercera parte de los activos que tenemos fueron renovados.
P ¿Alguna asignatura pendiente?
R Sí, necesitamos una estructura financiera aún más solvente, con más recursos propios, pero insisto, ahora no hay necesidad y será tratado cuando los mercados lo permitan. La experiencia nos dice que los mercados son volátiles y hay que dejar la puerta abierta para cuando la sitaución nos lo permita.
P Aunque usted traía a Colonial un gran currículo financiero, parece difícil encontrarse con un marco tan convulso como el actual.
R Hoy la macro negatividad que hay en los mercados en general bloquea el reconocimiento de la micro realidad de lo que hacen las empresas, como Colonial. Nosotros hemos conseguido el reconocimiento de los inversores y lo que frena la recuperación no es la propia situación del grupo, sino la situación macro de los mercados. Este negocio se mueve en el largo plazo y hay que tener paciencia. Aunque el contexto es incierto, en Colonial navegamos en un entorno de confort.
P ¿También en el sector ladrillo? Parece que la vivienda no termina de salir del túnel y la salida parece aún muy lejana.
R En Colonial optamos por aislar este sector que para nosotros no es estratégico. El objetivo pasa por hacer una gestión ordenada y tranquila de desinversión. De hecho hemos bajado el stock de 450 casas a 200. Es lo que vende una entidad financiera en una semana.
P ¿Pero han ajustado sus precios?
R Nuestro problema no es el precio, es la falta de financiación de los bancos. No prestan, jugamos en desventaja.
P Hablamos de futuro, pero es inevitable hablar también del pasado. ¿La herencia que recibió de Luis Portillo ha sido muy pesada?
R Todo está en vía judicial, pero lo que sí que puedo decir es que la gestión de hoy está muy basada en el rigor financiero, austeridad, prudencia y visión a largo plazo.
P ¿Han aprendido la lección de una excesiva deuda?
R Sin duda hubo un sobreendeudamiento y lamentablemente los accionistas del grupo de hace dos años han perdido parte de su valor por los pecados cometidos en el pasado. En su día no se tomaron las decisiones adecuadas, pero hemos hecho los deberes. Hay futuro para Colonial.