martes, 10 de noviembre de 2009

Colonial tiene atada la refinanciación


El delicado asunto de la refinanciación ha dejado de ser un problema en el seno de Inmobiliaria
Colonial.

Según ha podido saber NEGOCIO de fuentes del sector, la compañía cuenta con el acuerdo de todos los bancos implicados en la operación y la refinanciación se da por hecha. Es más, los documentos estaban preparados para su firma a finales del pasado mes de octubre (se habla,
más en concreto, del pasado día 30 como fecha para la que estaba previsto el cierre definitivo
de la refinanciación).
Sin embargo, las previsiones no pudieron llevarse a cabo debido a que no estaban presentes
todas las entidades financieras implicadas en la nueva reestructuración de la deuda de Colonial.
De hecho, una de las ausentes fue una de las líderes en esta operación, en concreto Royal
Bank of Scotland, que pocos días después era protagonista del anuncio, por parte del Gobierno
británico, de su segundo plan de rescate, después del cual el Ejecutivo que preside Gordon Brown controlará algo más del 84% del capital de la entidad
financiera.

Los problemas de RBS
Las citadas fuentes atribuyeron la incidencia con Royal Bank of Scotland precisamente a su peculiar situación, como uno de los protagonistas del impacto de la crisis en el sistema financiero
británico.
El momento elegido para la fi rma de la refinanciación coincidió con uno en el que las diferencias
con las entidades más reacias a firmar la nueva refinanciación de la compañía se habían eliminado.
Lejos de tener como protagonistas a los cuatro grandes acreedores de la compañía
(Goldman Sachs, Eurohypo y Calyon, además del mencionado Royal Bank of Scotland) ni
tampoco a La Caixa y Banco Popular, que intervienen en la gestión de la empresa como accionistas de referencia que son, los obstáculos han provenido del tercer escalón de acreedores,
entidades con menos exposición a la inmobiliaria cotizada pero que, al mismo tiempo, no
tienen la implicación de las anteriores (en tanto que socios de referencia de la inmobiliaria o
principales tenedores de las obligaciones convertibles en acciones que se emitieron con
ocasión de la primera gran refinanciación).

Fuentes próximas a Colonial optaron por no hacer comentarios al respecto y se remitieron a
próximos comunicados de la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
“La compañía sólo se pronunciará mediante el correspondiente hecho relevante cuando corresponda”.

Colonial presentó en su día a los bancos acreedores un plan para refi nanciar a largo plazo la
deuda de 6.400 millones de euros que soporta la empresa en el que propone realizar una
ampliación de capital y segregar el negocio de suelo en una nueva sociedad.

Ampliación de capital
La ampliación de capital estaría inicialmente dirigida a nuevos inversores, si bien contaría
con el compromiso de las entidades acreedoras de la inmobiliaria de acudir a la misma caso
de que la operación no lograra aceptación en el mercado.
En dicho supuesto, se ampliaría el abanico de bancos accionistas de Colonial. La inmobiliaria
actualmente está controlada por un grupo de entidades financieras, entre los que destacan
La Caixa y Banco Popular, que suman el 23,8% de su capital desde que hace más de un
año se quedaron con las acciones del ex accionista de control de la empresa, Luis Portillo, ante sus problemas para afrontar sus deudas.
El plan propuesto en su día por Colonial a los bancos, elaborado en colaboración con Lazard
(que también asesora a Reyal Urbis) contempla además segregar en una nueva empresa
el negocio de suelo de la compañía, que a junio contaba con una cartera de 1,66 millones
de metros cuadrados de terrenos.
La inmobiliaria destinaría así a amortizar deuda lo que obtuviera de este negocio y
en la ampliación.

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